jueves, 22 de mayo de 2008

Encuentran el eslabón entre la rana y la salamandra!


• MADRID.- El eslabón perdido entre las ranas y las salamandras era un pequeño animal de unos 11 centímetros de longitud con una cabeza similar a las primeras y unas extremidades


ESTUDIO PUBLICADO EN ‘NATURE’

*Descubierto en Texas un fósil que comparte rasgos fisiológicos de ambas especies
*El hallazgo servirá para comprender mejor la evolución en los animales vertebrados

ROSA M. TRISTÁN

MADRID.- El eslabón perdido entre las ranas y las salamandras era un pequeño animal de unos 11 centímetros de longitud con una cabeza similar a las primeras y unas extremidades inferiores más parecidas a las de las segundas. La curiosa especie ha sido bautizada como ‘Gerobatrachus hottoni’ (que significa la rana más vieja de Hotton) y acaba de ser descrita por un equipo de paleontólogos de las universidades de Calgary y Toronto (ambas en Canadá).

El ‘Gerobatrachus’ fue hallado en unas excavaciones realizadas en Texas en 1995 por miembros del Instituto Smithsonian, entre cuyos miembros estaba Nicholas Hotton, si bien el fósil no fue redescubierto hasta hace unos meses por el equipo de Jason S. Anderson, que ha dirigido la investigación publicada hoy en ‘Nature’.

Fueron ellos quienes se pasaron muchas horas trabajando sobre el delicado fósil para sacarlo de la roca en la que estaba incrustado desde hace entre 275 y 240 millones de años, que es la antigüedad que se estima tiene el ejemplar.

Poco a poco salió a la luz la espectacular anatomía de un anfibio que conservaba todas sus articulaciones y que ha venido a poner luz en una de las controversias más largas en relación con la evolución de los vertebrados, dado que hasta ahora no había aparecido ningún fósil que supusiera la transición entre ambas especies.

A tenor del estudio fisiológico realizado por los canadienses, ese agujero ha quedado, finalmente, relleno. El cráneo, la espina dorsal y los dientes del ‘Gerobatrachus’ son una clara mezcla de las características de la rana y la salamandra.

Por ejemplo, el fósil tiene dos huesos del tobillo fusionados, como en la pequeña salamandra, así como un tímpano de gran tamaño. Sin embargo, la estructura y el tamaño de su cráneo, bastante ancho, recuerda al de una rana.

Respecto a su espina dorsal, presenta 17 vértebras, lo que sería un número intermedio entre las que tienen las salamandras modernas y las que tenían los anfibios primitivos.

El trabajo de Anderson también pone fecha al momento en el que se separaron ambas especies, que estima que fue hace entre 240 y 275 millones de años, un momento mucho más reciente que el que habían sugerido investigaciones moleculares previas.

Anderson ha declarado que le resulta «agridulce aprender sobre los orígenes de la rana, precisamente en el Año de la Rana chino y cuando, a nivel mundial, están declinando las poblaciones de anfibios». «Tengo la esperanza de que no tengamos que aprender en el futuro sobre su extinción», señalaba el paleontólogo.

La nueva especie, ahora clasificada, pertenece al grupo de los temnospondilos, un taxón de anfibio primitivo que surgió hace más de 300 millones de años.

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