miércoles, 11 de junio de 2008

Las mujeres fueron la causa de la primera matanza de la Edad de Piedra


“Mujer que te ha dado dios…?” (Abel Desestress)

En una noche oscura de la Edad de Piedra, hace 7.000 años, en un recodo del río Neckar al norte de la futura Stuttgart, tenía lugar un pérfido ataque sorpresa y una matanza sin precedentes conocidos.
Los cráneos rotos de 34 de aquellos alfareros de la cerámica de bandas han quedado esparcidos como muestra de la brutalidad, para estupefacción de la antropología. Pero un equipo de la universidad de Durham cree haber dado ahora con la causa: Todo fue por las mujeres.
La mayor parte, entre ellos 16 niños, murieron a golpes y prueba hay de que el cráneo neolítico no resiste al hacha de sílex, según el arqueólogo Alexander Bentley; quienes lograron huir cayeron a los pocos metros atravesados por flechas, como descubren las puntas recobradas de sus espaldas.
El ataque y el desarrollo había podido ser reconstruído, pero seguía sin tener explicación para los expertos, faltaba el móvil y los interrogatorios policiales a un cadaver, más si lleva 7000 años de cuerpo presente, requieren tiempo y técnicas hasta ahora poco accesibles.
Como reevelan ahora Bentley y sus colegas Joachim Wahl, T. Douglas Price y Tim C. Atkinson, tras intensivos estudios a través del nuevo método del isótopo estable, la carnicería no tuvo lugar por tradicionales argumentos politicos como el territorio y el poder. «Mucho más probablemente los atacantes iban a por las mujeres del asentamiento». Los restos de los 34 seres humanos hallados son de varón, las mujeres sobrevivieron.
El hallazgo en 1983 del osario de Talheim, en el curso del Neckar, tan superficial que un campesino lo halló cuando cosechaba sus remolachas, se considera la primera muestra de violencia humana conocida en la primera Edad de Piedra. Algo más al norte en el curso del Rhin, fue hallado en 1856 el fósil del «Hombre de Neandertal».
El número 82 de la revista especializada Antiquity relata, a lo largo de quince páginas, las operaciones por las cuales los análisis de los isótopos de estroncio, oxígeno y carbono, en el esmalte dental de las víctimas neolíticas, empezaron por revelar de dónde procedían. Ya en la edición anterior habían mostrado la contribución que los isótopos podían realizar a la determinación de las culturas neolíticas centroeuropeas.
Asimismo el equipo de Bentley pudo establecer que, en el momento de la matanza, había tres grupos diferentes; uno era una familia y otro una banda de la montaña, pero sólo uno de los tres grupos era local del valle del Neckar, según dice el antropólogo al Spiegel. Al asentamiento local propiamente dicho pertenecían sólo cuatro adultos y ocho niños, cuyos restos han sido hallados: todos varones y ni una sola mujer.
El objetivo del ataque
«Se las llevaron con ellos, de hecho lo más probable es que ellas fuesen el objetivo del ataque», dice Bentley, «nuestros análisis apuntan a que las mujeres locales debían de ser vistas de un modo ciertamente especial, lo que hizo que las mantuvieran con vida para ellos». No así el resto: De los otros dos grupos foráneos sí mataron a las mujeres, como prueban siete de los esqueletos hallados, aunque de otros dos no se ha podido saber el sexo. Sobre esto los antropólogos sólo pueden especular: posiblemente incluso venían con los atacantes.
Pero sobre el propio asentamiento, para el profesor de Durham la conjetura y conclusión «es la más obvia: eran las mujeres». Esta región, entre las fuentes del Danubio y el Rhin, remite al arcano de la repoblación europea. Por alguna razón las mujeres de estos asentamientos parecían especialmente codiciadas. Curso arriba nacerían en todo caso siglos después Heidi Klum y Claudia Schiffer y la región es conocida por sus vinos, razón ésta que no resta en absoluto atractivo a la anterior para un posible conquistador.

1 comentario:

María Fernanda dijo...

Muy interesante, donde exactamente fue? fue en Heidelberg por casualidad?
Me gustaría acercarme a curiosear.
Besitos
Ferchu